miércoles

El problema de la representación


Si hablamos de representación pictórica, podríamos estar hablando segun Menna de la verdad del arte en relación con lo real; aspectos formales como la línea o el color propuestos por Carbonell son parte de la representación que, siguiendo a Podro, podríamos entender como procedimiento. Pero como vemos, la representación constituye un problema dentro de la historia del arte, en el cual mismos asuntos corresponden a diferentes procedimientos.

Con la representación entramos en un juego o un “contrato” entre obra y espectador en el cual el espectador acepta por un lado que la pintura es pintura y no realidad, no exigiéndole más de lo que ella pueda dar y, por otro, entendiendo lo representado como un nuevo mundo, como una totalidad: las formas tridimensionales en la superficie bidimensional, el eco de las figuras como movimiento o incluso el color como representación de lo material (siena por oro, negro por sombra, blanco por luz). A esto Podro viene a llamarlo ajustes negativos y positivos de la representación, claves en el entendimiento artístico, que corresponden más a un juego mental de visión que un esfuerzo intencional.

En la historia del arte, y adentrando en lo que respecta a la psicología visual, si el asunto deviene del inconciente como una visión onírica, vemos como la figura del arte tradicional queda representada bajo un manto de conciencia, ocultando lo caótico entre el orden. Ese manto de conciencia en el cual el caos de la forma inarticulada queda resguardado como una suerte de resistencia, se desvanece a medida que la modernidad avanza, presentando paulatinamente a la figura que surge de la inconciencia, desnuda. Pero este resguardo del inconciente es en parte causa, no sólo de la resistencia del artista, sino también de la visión gestáltica del espectador quien busca inconcientemente el orden y la estructura entre el caos, la totalidad frente a la parte.

La relación objeto-sujeto se crea entonces a partir del reconocimiento (construcción) de las formas y su entendimiento (como decíamos antes, a partir de ajustes positivos y negativos). Pero también, llegando a la modernidad y empapados de teorías psicoanalíticas y filosóficas (Freud y más adelante Derrida), esa relación de verdadero entendimiento surgirá de la destrucción del objeto, de la destrucción del velo de conciencia que encubre al asunto para revelarlo, de la interpretación, primando ahora las partes frente a la totalidad.

A partir de todo esto entendemos cómo la figura (en este caso: la mujer) ha ido modificándose desde el Renacimiento de Leonardo, el expresionismo de la Escuela de Paris de Modigliani luego el expresionismo alemán de Auerbach y por ultimo, la mas absoluta abstracción en que la representación termina siendo completamente aniquilada.


DA VINCI, Leonardo (1503)

La Gioconda

Óleo sobre tabla

77cm x 53 cm

MODIGLIANI, Amadeo (1918)

Figura de mujer

Óleo sobre lienzo

61cm x 46cm

AUERBACH, Frank (1971)

Cabeza de J.M. II

Oleo sobre lienzo

61cm x 66cm

KANDINSKY, Vasili (1925)

Amarillo, rojo, azul

Oleo sobre lienzo

127cm x 200cm

1 comentario:

  1. Hola. Podrías explicar que son los ajustes positivos según Podro ya que no me quedó claro.
    Gracias

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