En
Este cuadro refleja toda una historia real y trágica, si se quiere, en relación a Casagemas, un amigo de Picasso que se habría enamorado sin ser correspondido de la modelo Germaine Gargallo, figura que también será rememorada en Celestina del mismo autor. Pero más allá de los hechos verídicos que encierra la obra, separándonos de la anécdota Picasso muestra aquí objetivamente un amor sagrado y otro profano; la relación en este sentido con Tiziano es innegable, aunque no hay que apresurarse ya que analizaremos proximamente esa pintura.
El dedo de Casagemas hace alusión al dedo de San Juan Bautista, con el cual anunciaba la venida de Cristo después de él. En el Baco de Leonardo, vemos como ese simbólico dedo muestra la paganización del santo representado en el dios del vino. De esa misma forma, el dedo de Casagemas no anuncia la venida de Cristo, pero sí la segunda etapa de su vida, el después y también, por qué no, la alusión a la paganización leonardesca del mismo San Juan.
Otra cuestión interesante de la obra es el juego del cuadro en el cuadro. Apreciación que recuerda a Velazquez en Las Meninas, otro cuadro interesante del cual hablaremos más adelante, pero básicamente, allí se representan las figuras de los reyes en el espejo como reflejo de los espectadores de la escena. En
PICASSO, Pablo Ruiz (1903)
La vida
Óleo sobre lienzo
197cm x
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